25 enero 2023

Mi padre Raúl Blanco Alonso llevaba varios años sin publicar nada por haber dedicado todo su tiempo a la preparación de su libro séptimo de la serie " La Somoza de Astorga. Tierra de Maragatos", y a la preparación de la segunda edición, revisada y ampliada en versión digital de los seis primeros libros de dicha serie. En memoria de mi padre, Historiador Maragato, que falleció el 26 de junio de 2022,  comparto con vosotros el último artículo escrito por él y publicado en la Revista del Centro de Galicia en Ponferrada en su XXX Aniversario el pasado mes de octubre de 2022, cuyo título es:

" ASTÓRICA DE POTATA, EL HOSPITAL DE ASTÓRICA, SU CRUZ DE FERRO Y LA ERMITA DEL APOSTOL SANTIAGO"

Astórica de Potata, el Hospital de Astórica, su Cruz de Fierro y la Ermita del Apostol Santiago

ASTÓRICA DE POTATA (alias Podata, Podada, y etc.), fue un pequeño núcleo urbano, ubicado al pie del Monte Irago, entre el actual Foncebadón y Manjarín, cuando aún no existía Foncebadón, y sometido al azote de todos los vientos. Se aportan los datos siguientes de la misma:

Según un documento de 28 de Octubre del año 923, que se conserva en el Tumbo Viejo del antiguo Monasterio de San Pedro de Montes (AHN), un clérigo llamado Ansemiro, con motivo del deslinde de unos terrenos que tenía en el actual término de Turienzo de los C., para donarlos a dicho monasterio, se cita un camino que bajaba de Astórica de Putata hasta el Molino[1], de lo que cabe deducir que la tal Astórica era un lugar o poblado ya existente con anterioridad[2], y que estaba a más altura que Turienzo.

 

En otro documento, este de fecha 25 de enero de 1103, se recoge un privilegio concedido por los reyes don Alfonso 6º y su esposa doña Isabel a la abadía de Foncebadón y sus vecinos, para que solo se ocupasen del hospedaje y atención a los peregrinos, se cita un paraje denominado la Forca de Astórica de Podada[3], paraje que actualmente se corresponde con un teso llamado La Forca y también Teso de la Forca, situado al Oeste de Foncebadón, al pie del cual discurría y discurre el camino francés que, cruzando Foncebadón va hacia la Cruz de Ferro.

 

En aquellos tiempos, era obligatorio que todos los pueblos debían tener una horca; y en todos los pueblos maragatos, visitados por este autor, en los que aún existen memoria y/o restos de su horca, resulta que su ubicación estaba fuera de su núcleo urbano, cerca del mismo y en un sitio elevado, para escarmiento de los malhechores.

 

EL HOSPITÁL DE ASTÓRICA Y ELVIRA

JOANEZ, SU DUEÑA Y HOSPITALERA

El día 15 de abril del año 1180, estando el rey don Fernando 2º en Astorga, expidió un privilegio a favor de doña Elvira Joanez, poseedora del hospital sito entre Foncebadón y Manjarín, que se llamaba Hospital de Astórica de Podada, otorgándole un coto de terreno alrededor del mismo y prohibiendo que, dentro de sus términos pudiese entrar nadie, sin el permiso de la misma, ni jueces, ni verdugos, ni señor alguno.

1.- Un molino muy singular, del que quedan testigos materiales muy importantes, que está sobre el río Turienzo, aguas arriba en dirección de Foncebadón

2.- AHN, TVMM, microfilm, doc. 181,fº. 49.

3.- Téngase en cuenta que, antiguamente, todas las horcas estaban asociadas a un núcleo urbano, situadas fuera del mismo y generalmente en un altozano.

 

Si tenemos en cuenta que, por aquellas fechas, el papel de la mujer en la sociedad era irrelevante, salvo raras excepciones, ¿qué pudo ver dicho rey en ella para otorgarle tal privilegio? La respuesta es bien sencilla: debió llegar a sus oídos la ingente labor que estaba realizando en beneficio de los peregrinos, dándoles cobijo y curando sus heridas. Dicho privilegio fue confirmado por don Fernando, obispo de Astorga, junto a otros prelados[4].

 

Y por último, en cuanto a las causas de la desaparición de dicho Hospital, caben las siguientes hipótesis: su mala ubicación, al azote de todos los vientos y el auge de la Abadía de Foncebadón y su hospital; o por el fallecimiento de su hospitalera.

En cuanto a la segunda hipótesis, hay que tener en cuenta que en lado izquierdo del atrio de la iglesia parroquial de Turienzo de los Caballeros y a la altura de la entrada de la misma, hay una pequeña lápida sepulcral empotrada en la pared, con la siguiente inscripión epigráfica, fechada en el año 1190: “Aquí yace la sierva de Dios ** Joanez, Dios la guarde con san Juan Bautista”. El nombre de tal sierva está destrozado y, por ello, ilegible. Si tenemos en cuenta la errónea mentalidad de la época sobre las mujeres, algo muy especial debió realizar dicha mujer, por lo que este autor se toma la libertad de estimar que solo pudo ser la hospitalera Elvira Joanez.

 

LA CRUZ DE FERRO

Aunque no existe ninguna referencia directa a su origen, sí procede ligar este al del Hospital de Astórica y defender que fue obra de su hospitalera Elvira Joanez, para señalizarlo a los peregrinos, como ya ha sido expuesto.

Y por último, el concejo de Foncebadón  bajó dicha cruz para el pueblo el año 1812, la reparó y la volvió a subir.

 

LA ERMITA ACTUAL DE SANTIAGO APÓSTOL

JUNTO A LA CRUZ DE FERRO, UBICADA EN

EL ENTORNO DE LA ANTIGUA ASTÓRICA

Esta ermita se inauguró y bendijo en el año 1982, sin hacer constar que estaba ubicada dentro del coto de terreno, otorgado por el rey don Fernando II a doña Elvira Joanez en el año 1180, para proteger su hospital, ubicado en Astórica de Potata, como ya ha quedado expuesto.

Tal ermita es, actualmente, propiedad de la asociación Centro de Galicia en Ponferrada, que celebra en la misma, anualmente, una misa solemne y romera el día del Apóstol Santiago, abierta a gallegos, bercianos, maragatos y etc.

 

(Raúl Blanco Alonso, historiador maragato)




 

4.- BN, Mss/4357, Índice escrituras Iglesia de Astorga, Reales nº 47. La versión recogida por el Padre Flórez en el Tomo XVI de su España Sagrada, no resulta fiable. porque no recoge la fecha y adolece de omisiones y errores de copia, no bastando la compulsa realizada por Pedro Moreno.

22 diciembre 2009

Mapa etnográfico de la Maragatería

V. Ya está a vuestra disposición en las librerías un Mapa histórico-etnográfico de la Maragatería en el que se recogen 55 pueblos maragatos, 34 despoblados históricos, coronas, castros y más cosas. Pero reconozco que he cometido el error de no haberlo presentado previamente porque toca puntos calientes o conflictivos que necesitan explicación motivada y documentada, como son la ubicación de Astórica de Potata que mi estimado amigo Ferruelo y otros sitúan en otro lugar, la Cruz celto-cristiana del Ganso que fue catalogada y datada para las Edades del Hombre, edición de Astorga, como estela discoidea (más bien discoidal) de la Edad Media y que tengo datada con bastante aproximación, ubicada la cantera de su procedencia, localizado su seguro patrocinador, razonado que no se parece en nada a la Gran Cruz de la Victoria que el rey Alfonso III regaló a la catedral de Oviedo, y que catalogo como Cruz Celto-Cristiana por los elementos celtas que lleva incorporados. Tales explicaciones las reservo primeramente para el momento de la presentación de dicho mapa respecto de la que estoy en espera desde hace unos dos meses y después, más detalladamente, para su publicación en mi 4º Libro de la Serie La Somoza de Astorga, Tierra de Maragatos, todavía en busca de editor. **Queda corregido este párrafo, por lo que se refiere a la catalogación y datación de la mencionada Cruz porque, gracias a un comentario anónimo, he podido constatar que la fuente verbal diocesana que me había informado sobre dicha cuestión estaba radicalmente equivocada**.
En cuanto a la filosofía y fuentes utilizadas, he elaborado el mismo siguiendo los consejos dados ad hoc por el Padre Fray Martín Sarmiento, año de 1758, en su ensayo sobre el Origen de los Maragatos, incorporando al mismo los datos procedentes de la investigación llevada a cabo en los pueblos maragatos para escribir los seis libros que, por ahora, forman parte de la mencionada serie y utilizando como criterio de discriminación para calificar o no a un pueblo como maragato un criterio etnográfico y no geográfico, es decir la existencia o no en el mismo de tradiciones o costumbres maragatas, con independencia de que hubiese existido o no en el mismo actividad arriera y con independencia de su ubicación geográfica.

23 mayo 2008

X. ALERTAS Y REIVINDICACIONES






Primera: Empecemos a reivindicar la importancia de las MURIAS MARAGATAS, que la Consejería de Cultura nos ayude a sacarlas del olvido y que para ello nos escuche porque todavía no nos ha preguntado ningún técnico sobre lo que sabemos ni sobre lo que tenemos tanto fuera como dentro del Campo de Tiro del Teleno:

Lo nuestro no son médulas sino más bien murias, aunque también tenemos algo de aquello, incluso amparado por los topónimos Médulas y Monte Medulio.

Nuestra arcilla roja estaba compactada con cantos rodados, por eso el sistema de explotación fue distinto del usado en el Bierzo: Explotación a cielo abierto, salvo excepciones, frente al ruptia montium.

No queremos que lo nuestro se vea frente a lo del Bierzo, es decir las murias maragatas frente a las médulas del Bierzo, sino además de éstas, lo cual vendrá a enriquecer el acervo arqueológico leonés.


Continuará ...



Segunda: Ojo a los presuntos petroglifos:



Sí es cierto que las piedras más monumentales donde se encuentran los mismos están en el término municipal de Lucillo. No es cierto que estén en el término comunal del pueblo de Lucillo, sino en el término comunal del pueblo de Filiel, tanto a la vista del apeo judicial de 1741 y su croquis como de las actas antiguas y nuevas levantadas por el personal de Montes.







































A la hora de estudiar su autenticidad también deberían ser tenidos en cuenta datos como los siguientes:














  • Que en esta zona hubo un intenso trabajo de extracción y preparación de este tipo de piedra moraliza con destino a la catedral de Astorga, la Ermita de San Antonio de Filiel, la Ermita del Cristo de Chana de Somoza, algunas casas particulares particulares de la zona y etc.








  • Que también se aprovecharían las piedras que estuviesen en la superficie y que desecharían algunas de ellas.








  • Que, con independencia de las marcas y adornos de cantería, sus trabajadores también sabían entretenerse en hacer hoyuelos, cazoletas y otras marcas en éstas piedras vírgenes , al igual que lo hicieron en zonas cercanas, con fines decorativos unas veces y otras con fines prácticos, como en el caso de las cazoletas que todavía se pueden ver en el suelo de roca moraliza del patio de algunas casas, en abrevaderos para animales y en otros sitios que me callo y que no pudieron ser hechos por nuestros antepasados de la Edad del Bronce y sin que quepa argumentar ni sostener que su base son piedras originales reutilizadas para otros fines.








  • Y no olvidemos la afición de los pastores a dejar sus testimonios en ellas.








  • Si quieres contemplar más hoyuelos de dicho tipo visita la Villa de Urueña, en la provincia de Valladolid, también conocida como la Villa de los Libros. Tanto los muros de su Iglesia como sus murallas están plagados de ellos, pero no son petroglifos.





Es bien cierto que en Filiel, Lucillo y supongo que también en Chana les llaman petroglifos, pero también es bien cierto que solo podrán ser calificados oficialmente como tales cuando los expertos que están examinando su autenticidad por cuenta del Servicio Territorial de Cultura de León (Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma) y, según tal Servicio, se espera que los mismos se pronuncien a finales del presente año. Mientras tanto, solo pueden ser calificados como presuntos petroglifos.






Estimo que tal Servicio ha actuado con precipitación publicando en el verano pasado un folleto a todo color sobre los mismos en el que se incluye un itinerario para visitarlos, bautizándolos como Petroglifos del Teleno, al propio tiempo que advierte que todavía se está estudiando su autenticidad.






En relación con dicha cuestión, la Junta Vecinal de Filiel ya ha reclamado por escrito y verbalmente para ellos ante el mencionado Servicio Territorial de Cultura, para el supuesto de que se confirme su autenticidad, el nombre de Petroglifos de Filiel, entre otras razones porque los mismos no están en el Teleno ni en su falda, sino en unas estribaciones de los Montes de León.

El mencionado Servicio Territorial de Cultura sigue actuando por libre ya que en el presente año de 2010 han sembrado la ubicación de los supuestos petroglifos con amplios carteles de publicidad cuando la realidad es que, al 1 de julio de dicho año, los expertos que los están estudiando aún no se habían pronunciado sobre la autenticidad de los mismos. Si esto no es una mala práctica administrativa, ¡que me lo expliquen!. Intentaré contactar con el equipo de expertos para facilitarles información sobre otra hipótesis alternativa a la de los petroglifos de la Edad del Bronce.




Tercera: Salvemos nuestros castros tanto frente a los depredadores como frente a las diferentes administraciones públicas. Si quieres comprobar un ejemplo de la desidia en que han incurrido las mismas puedes acercarte al llamado Castro Redondo de Val de San Lorenzo el cual, con motivo de una actuación de concentración parcelaria en la zona, ha sido incluido en tal actuación y parcelado cuando tanto la Junta Local de Concentración en primera instancia como la Junta Vecinal, el Consistorio y el Servicio Territorial de Cultura en las sucesivas instancias del procedimiento de concentración deberían haber intervenido para que no fuese incluido o fuese sacado del mismo, e incluso para que le hubiesen adjudicado un terreno en su entorno.



Todavía no lo he comprobado pero tal vez ocurra otro tanto respecto del llamado Castro Viejo. ¿Estamos aun a tiempo para remediarlo? Sí porque aun no han sido entregadas las correspondientes escrituras públicas y las administraciones públicas pueden corregir de oficio sus errores, procediendo a la anulación parcial del procedimiento de parcelación para excluir del mismo dicho castro y adjudicar en otro lugar a los afectados la superficie que le corresponda y con las indemnizaciones que les correspondan. Para ello sería necesario que el Órgano que ostenta la legitimación activa para ello inste la apertura del correspondiente procedimiento administrativo ante el Órgano administrativo autonómico competente en materia de concentración parcelaria, de forma debidamente razonada y documentada y acompañando los correspondientes informes emitidos por los demás Órganos Directivos implicados en el tema.



Cuarta.Salvemos la Corona y Castro de Filiel, el más singular existente en la provincia de León, frente a los que recientemente pretenden convertirlo en un castro prerromano, cuando los prerromanos no solían construir fosos para la defensa de sus castros y menos aún largos canales para surtir de agua a dichos fosos, y cuando tal Corona y Castro está enclavada en una zona de explotación aurífera romana.



¡EUREKA!. La Memoria Arqueológica que hemos hecho llegar a varias Administraciones sobre el conjunto minero romano de Filiel ya ha tenido una respuesta parcial por parte de la Diputación de León, hasta el punto de que ya está redactado un proyecto titulado “Acondicionamiento y señalización de rutas de las explotaciones auríferas de Filiel (León), cuya ejecución se hará con cargo a los Remanentes del Fondo de Cooperación Local para la anualidad de 2008 de dicha Diputación Provincial, remanentes que, al parecer, han sido prorrogados. En dicho Proyecto se declara que su ejecución abarcará las siguientes actuaciones.

  1. Acondicionamiento y sendas del Camino del Pacedero, con una senda que nos acerque a la Corona y Castro, aunque sin una plataforma que salve el foso y sin un escalonado que nos ayude a subir a la misma.
  2. Acondicionamiento de una senda hasta el Llambedero y construcción de un buen mirador en su alto.
  3. Carteles de señalización e información.
  4. Y el mantenimiento de todo ello.
  5. Plazo de ejecución un mes.
  6. Presupuesto de licitación 30.000 euros.

    Aunque queda, por lo dicho, fuera de dicho Proyecto el otro conjunto minero formado por los Valleyos con las tres Lagunas de Filiel, que también habíamos declarado en nuestra Memoria Arqueológica, debemos estar satisfechos porque se haya escuchado nuestra reivindicación por la inciativa de la Junta Vecinal de Filiel y la implicación del Ayuntamiento de Lucillo y de la Diputación Provincial de León.

    Todo esto ha resultado un fiasco por culpa del Ayuntamiento de Lucillo porque (según información facilitada) no envió a la Diputación Provincial de León, en el plazo fijado, la correspondiente documentación y por culpa de la Junta Vecinal de Filiel porque (por mi propio conocimiento directo) no se molestó en averiguar si lo anterior era cierto y, en todo caso, en hacer un seguimiento del procedimiento abierto para rescatar la ejecución de dicho Proyecto.

Quinta. Salvemos también lo que queda del antiguo monasterio y su cementerio existentes en las afueras de Morales del Arcediano , puesto que las tumbas destrozadas y huesos desperdigados con motivo de las últimas obras realizadas en la carretera que discurre al pie de los mismos ya son imposibles de recuperar.

Sexta. Salvemos el Molino de viento de Lagunas de Somoza al que conferenciantes indocumentados quieren convertir en un torreón e incluso en la torre del homenaje de un castillo que nunca existió, con el único argumento de que lo leyeron en el inventario de torreones y castillos realizado al alimón en un libro, es decir sin argumentos ni cita de fuentes. Es un molino de viento como su propia estructura lo publica, construido entre los años de 1812 y 1820, y como tal solar molino ha sido transmitido en sucesivas testamentarías. Si nos hubiesen preguntado hablarían y divulgarían con más propiedad y, además, les hubiésemos hablado de la ubicación de dos presuntos castros celtas en el término comunal de Lagunas.

Séptima. He tenido conocimiento por el Faro Astorgano de que Juan Carlos Campos opina que es posible que bajo lo que él denomina un roquedo con forma de cráter que ocupa la cima del Teleno puede haber una necrópolis prehistórica. Con todo mi respeto por su labor de investigación, y por no estar de acuerdo con tal afirmación, me tomo la libertad de someterla a las siguientes matizaciones:

1ª. En lo más alto del Teleno no hay ningún roquedo, sino un montón de piedras sueltas (grandes y pequeñas) que, se mire como se mire, no tiene forma de cráter pues en su cima y sobre una superficie plana está la señalización vertical de un vértice geodésico con sus correspondientes datos, elemento bien visible y que ha sido borrado de la foto que acompaña.

2ª. En los pueblos maragatos más cercanos al mismo denominamos dicho punto como Pico del Teleno y como Nicho, pero este último topónimo no basta como fundamento de la posible existencia de una necrópolis prehistórica.

3ª. Los pueblos prehistóricos acostumbraban a asentarse en lugares más agradables donde fuese posible la agricultura, la pesca o la caza, y no en los picos de montañas inhóspitas; y también acostumbraban a hacer sus enterramientos junto a sus mismos asentamientos, y no en nichos, sirvan de ejemplo las costumbres funerarias de las tribus celtas, y más concretamente las de la tribu de los Orniacos que estuvo asentada en esta zona, de cremación y posterior inhumación en recipientes de cerámica.

. Y por último, dado que en las zonas cercanas al citado Nicho quedan testimonios bien visibles de infraestructuras hidráulicas (pozos de nieve, canales, embalses, etc.) al servicio de las explotaciones auríferas realizadas en diferentes pueblos, especialmente en el de Filiel, resultaría más lógico atribuir los escasísimos restos de lo que antes fueron paredes bien visibles, existentes al pie del lado Norte del tan citado Nicho, a uno de tantos campamentos temporales de los esclavos que los romanos utilizaron en dichas obras de infraestructura hidráulica, o de los soldados de la Legio VII Gémina que dirigieron y vigilaron las mismas, hipótesis que podría quedar debidamente probada localizando en sus proximidades una zona de sepulturas en tierra y alineadas que yo intenté localizar allá por la década de 1970-1980 fracasando en tal intento por no haber interpretado adecuadamente la información que me había facilitado un pastor que las conocía.

Octava. "La Ruta del Oro".








































IV. INSTITUCIONES MARAGATAS

En este apartado vamos a exponer toda una serie de instituciones maragatas que, aunque con connotaciones religiosas, son de raíz popular hasta tal punto que son reguladas siempre por los propios Concejos a través de las ya mencionadas ordenanzas concejiles.
1. El Pan Bendito.

Todos los domingos del año se debía dar pan bendito de trigo al salir de misa. Dicha obligación recaía sobre todos los vecinos del pueblo, por velía o vecera y calle hita y cada vecino en su correspondiente domingo, guardando las siguientes formalidades: El obligado llevaba a la iglesia parroquial un pan grande de trigo que el cura bendecía durante la misa; al terminar la misma el citado obligado se colocaba en la puerta de salida e iba entregando una pequeña porción del mismo a cada vecino, reservando el comienzo o en final de tal pan para el vecino que tendría que darlo a su vez al domingo siguiente. No se podía excusar de tal obligación ningún vecino y su incumplimiento llevaba aparejada una pena pecuniaria que variaba entre dos cuartos, medio real, un real y hasta cuatro reales para los morosos. El importe de dichas penas se aplicaba normalmente, por mitad, para el Concejo y para mantener la luz del Santísimo Sacramento. Otros datos relacionados son los que siguen:
  • Aunque no hay datos seguros sobre el origen y significado de tal institución, en tanto se termina de analizar la misma en los pueblos maragatos de la zona central y norte en muchos de los cuales se añade la exigencia de que dicho pan de trigo debía traerse de Astorga, habría que relacionarla con un principio o sentimiento de solidaridad entre vecinos cuyo pan ordinario y familiar era de centeno.
  • La regulación más antigua en la maragatería Sur procede de Luyego de Somoza, año de 1707.
  • Le siguen Busnadiego, año 1727; Villalibre de Somoza, años de 1754 y 1847; y Lucillo, año 1784.
  • En Villalibre de Somoza (año de 1754) se denomina como canterico (entiéndase canterito) a cada porción de pan repartido.
  • A lo dicho sobre esta institución hay que añadir un dato enriquecedor obtenido en varios pueblos de la maragatería central, especialmente en El Ganso y Murias de Pedredo, y es que al propio tiempo que se recogía la correspondiente porción de pan se besaba la Paz que era un imágen sacra en relieve (posiblemente un ángel) sobre una especie de bandeja o soporte de plata.



05 abril 2008

III. LOS ANTIGUOS CONCEJOS: Gobierno y Administración

Su origen estuvo en el Concilium romano, institución que fue recogida, utilizada y conservada por la iglesia visigoda, la cual la pasó después al pueblo. Su devenir, ya con el nombre de Concejo, fue en términos generales el siguiente:

Por disposición legal, todos los lugares, villas y ciudades debían tener su propio Concejo el cual debía estar regido por un mínimo de dos Regidores, los cuales eran asistidos por toda una serie de oficiales como eran el alcalde de hermandad, guarda de panes, guarda de montes, depositario de las alhajas del Concejo, procurador general o síndico, etc. Aunque los tales concejos bien pudieron gobernarse en un principio por costumbres, debían regirse por los textos legales de cada época y en todo caso por sus propias ordenanzas, no impuestas por los señores jurisdiccionales sino redactadas por los propios concejos, normalmente ante el correspondiente escribano de número o el más cercano que era quien las escribía, remitidas después al Señor jurisdiccional para su visto bueno o reparo y que en todo caso debían ser elevadas al Supremo Consejo de Castilla para su definitiva aprobación.
En estas ordenanzas concejiles (no municipales porque la institución del municipio no se constituyó hasta comienzo del siglo XIX) se regulaban todos los aspectos relativos a la vida en comunidad de los correspondientes pueblos de forma que a través de ellas podemos conocer sus antiguas instituciones y costumbres, muchas de ellas comunes a todos los pueblos maragatos aunque con variantes enriquecedoras.
Dichas ordenanzas atribuían al Concejo y Regidores unas competencias tan grandes que a veces llegaban a desbordar su ámbito administrativo. Aunque no formaba parte del Concejo la persona que impartía la justicia en nombre del Señor jurisdiccional (bajo el nombre de juez ordinario o merino) sí estaba presente en él en ciertos casos.
Expuesto lo anterior, continuaremos otro día exponiendo diferentes instituciones y costumbres de los pueblos maragatos, comparando las comunes entre sí.


28 marzo 2008

II. ARCHIVOS EN LOS QUE HE INVESTIGADO

Arca de Molina Ferrera
Entre las leyes recogidas en "la Nueva Recopilación", ordenada realizar por el rey don Felipe II hay una, la Ley XV del Libro Tercero y Título VI, en la que se establece, entre otras obligaciones, que los Concejos de todas las ciudades, villas y lugares debían tener un arca dotada de al menos tres llaves de las cuales una la tuviese la justicia, otra uno de los regidores y la otra el escribano, y en la cual deberían estar las Siete Partidas, las Leyes del Fuero, la Nueva Recopilación y demás leyes y pragmáticas, de forma que dicha arca constituía el archivo del correspondiente Concejo.
Es precisamente de dichos archivos tan peculiares, de tales arcas concejiles, de donde he extraído gran parte del material documental utilizado en las presentes publicaciones. Yo, a imitación de Pedro Junco y parafraseándole en parte, me tomo la libertad de decir que en esas arcas y en algunas viejas alacenas y rincones anejos busqué y hallé muchos papeles viejos, unos sueltos y otros atados; unos en buen estado y otros grasientos o parcialmente quemados, rotos o arratonados, faltándoles algunas hojas, renglones o letras, o estando algunas de éstas gastadas por el paso del tiempo o el castigo de la humedad; incluso junté algunos pedazos de los mismos, y todos ellos me contaron algo importante sobre cómo fueron las cosas en los antiguos tiempos en nuestra tierra maragata, y así he podido trasladarlo para testimonio y memoria de la misma.El resto del material utilizado lo he obtenido en diferentes archivos públicos y eclesiásticos.


12 marzo 2008

Testimonios fotográficos Maragatos 1

Iré publicando sucesivamente algunas imágenes de nuestra tierra. Comenzamos con un álbum de paisajes maragatos.

I. ¿Por qué estoy escribiendo la serie LA SOMOZA DE ASTORGA?

El valor histórico de los documentos conservados en los archivos de las villas y lugares ubicados en la Tierra de los Maragatos (antiguamente llamada La Somoza de Astorga), documentos que hasta la fecha no han sido utilizados para ningún trabajo de investigación, su estado de conservación y el riesgo de deterioro que conlleva su manejo y la depredación y esquilmo de que han sido objeto los archivos en que se custodian aconsejan acometer una labor de análisis, transcripción y publicación de los mismos que facilite tanto la conservación de lo que queda, como una divulgación del mismo que permita un mejor conocimiento del pueblo maragato, tanto del que vivió en unas villas y lugares apellidados de la Somoza, como del que lo hizo en otras y otros sin apelativo o con otro apelativo distinto, y debiendo entenderse todo ello bajo el objetivo de la conservación de este Patrimonio Histórico Documental que hoy día, y dicho sea con todos mis respetos, está totalmente abandonado tanto por la Administración que tiene las competencias autonómicas legales como por sus entidades colaboradoras, pues no basta una buena Ley Autonómica reguladora, que ya existe, sino que resulta imprescindible también una labor de información e inspección que termine con el mal hacer y mala guarda e incumplimiento de algunos de sus depositarios o titulares.

Comienzo de nuestro blog

En este blog quiero compartir con todos vosotros mi pasión por la tierra de maragatos en que nací y los conocimientos que en muchos años de investigación he ido adquiriendo del legado de la misma. Podéis encontrar información detallada en los libros publicados a los que hago referencia en la barra lateral. En los artículos que publique en este blog iré mostrando algunos de los acontecimientos y datos más relevantes de la historia de la maragatería. Y ¡cómo no! os haré partícipes de todo un anecdotario que me ha sucedido en mi tarea de investigador.
Comienza nuestra aventura...


Manolo Morán, de Luyego de Somoza, con su carro y recua,posiblemente el último arriero maragato